Un sol se
desnuda en mi bosque.
De María
Hernández de Martín
La vida en la poesía
Por Ángel Madriz
Octavio Paz escribió alguna vez que la
poesía se justificaba a sí misma. Creo que todo poeta necesita constantemente
ganarle un tiempo y un espacio a la ruta inexorable de la muerte y es entonces
cuando su expresión cobra más brillo, se hace más intensa, se convierte en
esencia pura de vivencias y logra vencer cualquier mudez, toda rigidez, la más
mínima oscuridad; cataliza el más mínimo recuerdo de existir y en un impulso
que podría llenarse de imágenes, diversificarse en reflexiones, extenderse en
pasiones y sentimientos, reinventa el sitio mismo del porvenir en donde puede
hacer el inventario de su historia, escribe el poema y termina por definirse en
franca alianza con la palabra y la existencia. Ha logrado calar el sitio mismo
en donde permanecerá para siempre. Es ahora el poeta ese creador al cual todos
nos debemos en cuerpo y alma, al cual pertenecemos y del cual todos somos una
parte misma de lo que escribe. Cuando leo el libro Un sol se des nuda en mi
bosque de la María Hernández de
Martín me asalta una duda: sus poemas son el recuento sumario de toda su
existencia o es la síntesis vivencial de todos los afectos que hemos
experimentado como seres humanos.
María Hernández de Martín logra construir
una historia en la que el poema es un capítulo, una página y los sucesos son
síntesis de un alma que siente los recuerdos y los cristaliza en imágenes que
son los hijos, el amante, la naturaleza y las estancias existenciales, en los
cuales logran todos confundirse en un solo instante de nostalgias, de amor o de
alegrías de vivir. Entre ellos –los seres y lo vivido- los mitos del hombre,
sus tormentosos episodios en donde discurren vigilantes del mundo, el lenguaje
se mueve entre el péndulo de la más apasionada anécdota y el profundo sentido de la síntesis.
Necesidad de contar que se hace en matices diversos de imágenes y en
sensoriales expresiones de lo que se ha vivido. Sinestesia de lo vivencial, frente
a la profundidad del verso breve y preciso que algunas veces nos regala la
riqueza de un saber pleno de transparencias.
Un sol se desnuda en mi bosque es un
libro que nos define la palabra como una gran memoria de donde surgen rostros
amados, dolores expurgados, tristeza aliviadas, tránsitos enmendados y deseos
recuperados; es una voz de quien sabe del poder incuestionable que tiene el
lenguaje, cuando se convierte en instrumento de la profunda alma que nos exige
la urgencia de su presencia, entre quienes han sido parte inquebrantable de sus
latencias. Es un libro que discurre con una inteligencia sólida, con una pasión
de acerados versos, con una sencillez de complejos testimonios y con una
decisión de ganarle belleza a la tristeza que muchas veces significa la
nostalgia.
Publicado por el Consejo de Publicaciones de la Universidad del Zulia y prologado
por Mariluz Domínquez Torres, dentro de su Colección Artes y Letras, Un
sol se desnuda en mi bosque habla por sí solo de la capacidad de su
autora para hacer de la poesía un espacio para ejecutar cualquier rastro de
silencio, dentro de una ciudad que solamente sabe transitarse, al sol de todos
los días, entre el silencio de sus transeúntes o el bullicio de sus calles.
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